Acerca de...qué va todo esto
Quizás sea éste, el acceso universal a escurridizos juguetes como blogs y redes sociales, un moderno recurso y un atajo efectivo para que los tontos del siglo XXI desahoguen compulsivamente sus frustraciones, incomprensiones y angustias y de esta forma no molesten demasiado ni se acaben fijando en otras cosas. Antes se les daba una tiza o un boli (sin punta, para no hacerse daño) y un papel y… ahí estaban, entretenidos. Ahora se les da acceso supersónico a internet y a una pirotecnia informática fascinante para que ellos mismos se quemen los dedos o, sencillamente, se extravíen de manera voluntaria en un bosque artificioso y enmarañado de confusión y futilidad cuya masa boscosa no deja de ser la propia realidad, tal y como hemos consentido en concebirla hoy en día y aceptarla como destino en lo universal.
Quizás sea así, ciertamente, y nada sustancial haya cambiado en las últimas décadas. Es muy probable que esto que se ha dado en llamar la condición humana no tenga solución y estemos todos destinados a disolvernos en nuestra propia turbidez. ¿Quién sabe?
Mientras esto ocurre, arrebatado por una inconsciencia febril, el que suscribe ha decidido bajar temporalmente al barro, experimentar la exposición y el escarnio y sumarse provisionalmente a esa legión de cretinos huérfanos de tiza. Para ello me armo de valor, me cuelgo una mochila repleta de excreciones mentales y contradicciones de las que deshacerme, me pertrecho de un cuaderno que rellenar con muchas inconveniencias y me interno, de hoz y de coz, en ese oscuro y tortuoso bosque. Me alumbra el camino una vieja linterna de cinismo, rabia e incorrección con la que sorprender estos tiempos de confusión, desconcierto y provisionalidad.
He intentado que algunas de mis pasiones e inquietudes queden reflejadas en este blog, dentro del cual no encontrarás demasiadas respuestas, pero sí alguna pregunta interesante que resolver por ti mismo. Intentaré, a lo largo del trayecto, no seguir confundiendo la realidad con la aflicción, aunque no prometo nada.
Iré dejando caer miguitas para marcar el camino de vuelta y poder regresar a casa alguna vez. Si logro que alguno de estos trocitos de pan os resulte interesante, inspirador o alimente mínimamente vuestra curiosidad y sentido crítico, me daré por complacido.
Sin más y como decía aquel infausto aristócrata transilvano al recibir a sus invitados (antes de vampirizarlos)…
SED BIENVENIDOS
V.van Botel