ARENGA DE LA DESOLACIÓN

Vosotros, transeúntes cualquiera, sombras fugaces de cualquier terminal, segmentos intercambiables en cualquier cola de espera, apéndices inservibles de cualquier aplicación informática.

Paisanaje gris de contorno indefinido, difuminado por el esfumato globalista, extraño en cualquier ciudad, desarraigo de cualquier suelo, calcomanía anglosajona sucia y descolorida, mil veces replicada.

Vosotros, ciudadanos de un centro comercial, privados de cualquier horizonte, solo sois máscaras que rezan, preocupadas, hacia la palma de su mano, seres hidropónicos fabricados en serie, caldo humano, procesado e insípido.

Siluetas arqueadas, ocupadas en la tristeza, proyecto de hamburguesas hormonadas, antenas repetidoras de señales distorsionadas, actores consumidos, consumados consumidores, eternos objetos, pocas veces sujetos.

Vosotros, telespectadores de la pudrición, ansiosos por congraciarse con la ignorancia y la mediocridad, confundidos y a salvo entre el rebaño ¡ocupad los pastos, creced y clonaos!

Vosotros, sucursales de la vacuidad, sumideros químicos insaciables, racimos de almas estériles, frutos deshuesados y agusanados, hijos de ninguna tierra; vosotros, simples vocaciones de un nicho hambriento ¡Sed todos bienvenidos a vuestro hogar! ¡Sed todos bienvenidos al planeta Letrina!